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     Aurelio Maroto
     Se van. Los directivos del FS La Solana han dicho basta y presentarán su dimión, encabezados por su presidente, Luis Enrique Ramírez de Verger. En declaraciones a Radio Horizonte, Ramírez se mostró "desencantado y cansado" tras una temporada de sufrimiento. Aunque el principal objetivo desde el punto de vista deportivo, la permanencia, se ha logrado, ha quedado en un segundo plano.
     A la pregunta de qué resumen hacía de la presente campaña, el presidente no pudo ser más gráfico "sufrir, sufrir y sufrir". Luis Enrique Ramírez y su junta ha terminado completamente quemada con lo sucedido este año, y no sólo por las apreturas económicas. Es verdad que el número de socios se ha desplomado, que ha asistido menos público y que los patrocinadores han caído en picado. En una palabra, si no hubiera sido por que los gastos básicos de árbitros, desplazamientos y fichas los paga el Ayuntamiento, el club se habría colapsado muy pronto.
     Pero al presidente se le ve dolido con otras cosas, entre ellas la indisciplina de algunos jugadores del primer equipo, caso de Estornell o Kiko, o la falta de compromiso de muchos juveniles. Si a esto le añadimos las críticas de un sector de gente al entrenador, Fernando Mena, que la directiva defiende a muerte por su implicación absoluta, han provocado una paulatina erosión en las ganas de trabajar y, al final, de seguir. De hecho, Luis Enrique Ramírez manifestó que no le hubiera importado seguir si el ambiente hubiera sido otro.
     Entre tanto, el equipo perdió el último partido en casa ante el Quintanar, donde una vez más la falta de puntería condenó a los amarillos. El 3-6 final es lo de menos por que los amarillos estaban matemáticamente salvados hace tiempo. Lo más notorio fue lo que declaró al final Fernando Mena a los micrófonos de Radio Horizonte "me voy con un sabor amargo". Parece mentira que, tras lograr la salvación en unas condiciones dificilísimas desde el punto de vista económico, se hable así. Pero las sensaciones son, muchas veces, más fuertes que los números finales, y el técnico infanteño se marcha frustrado.
     La realidad es que la directiva presidida por Luis Enrique Ramírez de Verger ha permanecido dos años en el cargo y deja al equipo donde se lo encontró: en Nacional A. En cuanto a Fernando Mena, en sus 5 temporadas (en dos etapas) al frente del equipo también ha conseguido dejarlo en esta categoría, sin cobrar más que lo justo y, en ocasiones, haciendo esfuerzos de su propio bolsillo. A partir de ahí, se puede criticar lo que se quiera, pero no es posible hacer más con menos.  
     Ahora se abre un período de incertidumbre. El primer paso será convocar asamblea y presentar, oficialmente, la dimisión. En ese mismo cónclave, todavía sin fecha, se añadirá el punto de presentación de posibles candidaturas, es decir, se abrirá proceso electoral. Veremos qué pasa.

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