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     Aurelio Maroto
     El ascenso directo a Tercera División se ha convertido poco menos que en una quimera para el CF La Solana. El empate de ayer domingo en La Moheda ante el Almagro aleja a los amarillos del primer puesto, cada vez más consolidado en manos del Manzanares, que no falló en su desplazamiento a Quintanar de la Orden.
     Paco Madrid tiene mucho trabajo por delante y muy poco tiempo para cuajarlo tras lo visto ayer. Los problemas defensivos, una vez más, volvieron a condenar al equipo. Fueron las mismas dudas de siempre, sobre todo en la primera parte, a lo que se añadió un juego muy atascado en la zona de creación, que sin Néstor se hace mucho más vulgar. Sólo el oportunismo de Rafa Cortés, la pelea constante de un Naranjo sin suerte y las arrancadas de Mini, único futbolista que exhibió chispa, pusieron salsa a una ensalada muy sosa.
     El debutante Heredia no lo tuvo fácil bajo los palos. En su primera acción comprometida salió a destiempo y ayudó al empate almagreño, sólo tres minutos después de que Luján pusiera el 1-0. Eso sí, el cancerbero poco pudo hacer en el 1-2, tras un mal despeje de Luján al borde del área. Después, Heredia sí demostraría su agilidad y su calidad, sobre todo en el último minuto, cuando salvó un mano a mano con un delantero visitante. 
     Por lo demás, La Solana fue un equipo clavado en la primera parte, sin ritmo y con muchas dificultades en la ronda de pases. Sin precisión en el movimiento de balón, el Almagro se sintió cómodo, y siempre fue peligroso en la proyección a la contra. Los cuatro goles de esa primera mitad, repartidos a partes iguales, fue lo único llamativo de un partido sin fútbol.
     En la reanudación, La Solana siguió sin presencia arriba ante un Almagro perfectamente pertrechado atrás, y eso que viajó con lo justo y sin apenas recambio en el banquillo. Los movimientos sin balón de los delanteros casi nunca encontraban premio y los centrocampistas, sobre todo los "pepes", Jose López y José Carlos, no encontraban feeling con el balón en los pies, a pesar de su afán indiscutible por ocupar huecos y gobernar el partido. En realidad, el 3-2 llegó, pero el cabezazo de Rafa Cortés lo abortó el auxiliar por fuera de juego. Fue la jugada más discutida del partido, por que Rafa entraba desde atrás ante una nube de jugadores visitantes. Lo peor llegó después, cuando el goleador se retiró lesionado con problemas musculares y, casi acto seguido, Mini se echó mano atrás y cayó redondo al césped con una presumible contractura en el muslo izquierdo.
     Sólo hubo una buena noticia, la derrota del Villarrubia en Albacete ante el Albacer por un rotundo 3-0. Es decir, el ascenso directo está lejos, pero La Solana acercó un poco más la promoción. Sería un mal menor nada desdeñable dadas las circunstancias.

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