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     Aurelio Maroto
     En el seno del Promociones Renova Uno comienza a digerirse el descenso, aunque las matemáticas aún permiten echar cuentas. El equipo de Ángel Crespo necesita ganar en Daimiel, donde jugará este sábado a las 6,30 de la tarde, y esperar a que los rivales directos, sobre todo Ocaña, pierda en Puertollano. A cinco partidos para finalizar la liga, la diferencia con el tercero por la cola es de tres victorias, un mundo casi imposible de superar. La única esperanza pasaría por ganar al menos tres de esos cinco encuentros y que los toledanos no ganen más. Sólo así habría alguna opción para no quedar últimos y confiar en que este año sólo baje un equipo. 
     En resumen, demasiadas cábalas para una situación agónica que parece imposible de superar. Con suerte, una victoria prolongaría al menos una semana más la vida del equipo en 1ª Nacional. Una derrota también podría precipitar el descenso casi automático.

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