Aurelio Maroto

El V Open Nacional de Fútbol-Chapas volvió a ser un éxito de participación y organización este fin de semana. La Solana, a través de su club federado, dejó claro que ya es una sede suficientemente experimentada y atrajo a lo mejor del panorama actual. Al final, el madrileño Juancar Ruiz, actual líder de la LFC Tour, conseguía adjudicarse el, celebrado este fin de semana en La Solana. Se impuso al solanero Paco Sánchez en una final de infarto, con prórroga incluida, por un apretado 4-3, gracias fundamentalmente a su dilatada experiencia sobre el tapete. De hecho, era el sexto Open que se llevaba a su prolífica vitrina de trofeos. En tercer lugar quedó el también solanero Santi Ortiz, que derrotó en el tercer y cuarto puesto al almeriense Enrique Ruiz.

     Un total de 59 jugadores de 8 sedes diferentes (Madrid, Barcelona, Sevilla, Mérida, Granada, Almería, Valladolid y La Solana, se dieron cita el sábado por la tarde en el pabellón “La Moheda” para dirimir uno de los Open con mayor prestigio del circuito, no ya por su situación céntrica que facilita el desplazamiento de jugadores de todo el territorio nacional, sino también por la participación y el nivel organizativo. En realidad, acudió la flor y nata del fútbol-chapas de nuestro país.

No hubo sorpresas en la fase de grupos, a excepción hecha de la eliminación del subcampeón de la pasada edición, Iván Pérez, que tuvo que lidiar con un cuadro eliminatorio especialmente difícil. La criba del sábado dejó a los mejores para la traca final en la matinal del domingo, que arrancó con la ronda de dieciseisavos de final. Las eliminatorias fueron pasando y se produjeron algunas sorpresas, por ejemplo la eliminación del emeritense Roberto Plaza.

     En semifinales hubo duelo solanero entre Santi Ortiz y Paco Sánchez, que garantizaba un anfitrión en la finalísima. Ganó el segundo por un ajustado 2-3. En la otra semifinal, Juancar Ruiz ganó en el último tiro del encuentro.

     La final fue igualadísima y terminó con empate a tres y algunos goles de bella factura. La experiencia permitió al madrileño llevarse el gato al agua, con “guerra psicológica” incluida por que, con el tiempo cumplido, quitó su portero para un último tiro de Paco Sánchez, que acabó viéndolo tan fácil que erró el lanzamiento. Al final, Juancar Ruiz admitió que nunca había hecho algo así, pero que decidió jugar con la mente del rival. Y le salió perfecto.