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   Aurelio Maroto 
   Un defecto de fabricación ha sido la causa del cambio de la sustitución del acristalamiento de la piscina, y que ha obligado a cerrarla durante esta semana. Preguntado por esta cuestión en rueda de prensa, el concejal de obras, Diego Gómez-Pimpollo, fue muy claro "la cristalera necesitaba un sellado estructural mediante una silicona especial y se utilizó silicona normal". El resultado ha sido el empañamiento del cristal, más acusado a medida que pasaba el tiempo por efecto del vapor del agua y del cloro ante la falta de estanqueidad, lo que de paso producía fallos en la correcta climatización del recinto. 
     Lo que se ha hecho es adecuar el acristalamiento que perimetra la piscina con el material que se debió poner en un primer momento. El concejal aseguró que será la empresa constructora quien corra con los gastos de la reforma "por que la garantía era de diez años y todavía sigue vigente". 

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