Caseta repleta de gente durante la fiesta de Alas de Papel           Foto: GACETA

       Aurelio Maroto

      La caseta municipal se llenó por completo para albergar la fiesta solidaria organizada por la Asociación ‘Alas de Papel’, precisamente la víspera del Día Internacional de la Discapacidad. Una celebración que reunió a cientos de personas en una especie de performance donde hubo un poco de todo, pero sobre todo diversión y sensibilización.

     Desde media tarde ya se abrieron los castillos hinchables y múltiples juegos de animación para los más pequeños, además de música. A las 20,30 estaba previsto un concierto sobre el escenario de la caseta y después se realizó el sorteo por la venta de papeletas, con actuación de disc jockeys locales. La junta directiva de Alas de Papel se moviliza al completo, además de padres, familiares y los propios chicos. Esta vez, incluso hubo camareros y un cocinero que se prestaron voluntarios para ayudar en el servicio de bar.

      “Esta actividad es una manera de dar visibilidad a la discapacidad, pero sobre todo queríamos celebrar este día con todo el pueblo y hacer algo grande”, “Se trata de demostrar que las personas con discapacidad pueden hacer muchas más cosas de las que nos pensamos”,declaró a los medios la presidenta, Gema Moreno. Las dudas ante el éxito de la convocatoria quedaron resueltas muy pronto, ya que la gente comenzó en seguida a llenar la caseta. “Siempre tienes la duda de si la gente vendrá o no vendrá, pero la respuesta ha sido bastante positiva; estamos bastante satisfechos y damos las gracias a todos por venir”.

         Directivos y colaboradores de la asociación        Foto: GACETA

El dinero recaudado en esta fiesta servirá para mantener los talleres y terapias. Ahora mismo se ofrecen sesiones de fisioterapia, logopedia multifuncional, terapia ocupacional o apoyo educativo. “Nuestros usuarios necesitan esas terapias”, insistía la presidenta. Pero también se activan otras actividades cuyo fin último es lograr un mayor grado de autonomía personal y social a los usuarios. “Todo eso tiene un coste y necesitamos el dinero para que puedan desarrollar sus potencialidades”.

      Gema Moreno y toda la junta directiva expresaron públicamente su gratitud al Ayuntamiento por la cesión de la instalación y las facilidades dadas, y también a las empresas que han donado un buen número de productos. Por supuesto, también a los voluntarios que prestan su tiempo de forma altruista. A día de hoy, Alas de Papel atiende a casi una treintena de usuarios y tiene alrededor de 425 socios.