La imagen de Nuestro Padre Jesús Rescatado ante la parroquia de Santa Catalina                   Foto: GACETA

-Paulino Sánchez.

   Con la procesión de Acción de Gracias, celebrada en la noche del domingo, se dieron por finalizados los actos y cultos de mayo en honor a Nuestro Padre Jesús Rescatado, que se habían iniciado con el novenario y el ofrecimiento del primer domingo del mes.

   A lo largo de toda la semana tuvo lugar en la parroquia de San Juan Bautista de la Concepción el novenario, que concluía el domingo concelebrando la misa de la última novena el párroco Eduardo Guzmán y el trinitario padre Rafael Márquez, participando en la parte musical de la misma el coro de la Iglesia de Santa María.

Precisamente la homilía de la misa corría a cargo del fraile trinitario, quien recordaba  la vinculación de La Solana con la orden reformada por San Juan Bautista de la Concepción, que convivía en este convento con santos como San Miguel de los Santos y el Venerable Tomás de la Virgen. Tuvo asimismo palabras para la devoción a Jesús Rescatado, que los trinitarios trajeron hasta la localidad y que tan arraigada está entre los solaneros.

La carroza bellamente engalanada y poblada de flores rojas                        Foto: GACETA

Concluida la misa daba comienzo la procesión, que abría la banda de cornetas y tambores de la cofradía, continuando con la representación de directivos de diferentes cofradías y hermandades, continuando con los directivos de la cofradía de Jesús Rescatado, incluso los que habían sido elegidos en la última Junta General y que tomarán posesión esta semana, así como la persona que pujó la llave y bastón en el ofrecimiento.

La imagen de Jesús desfiló en la carroza, adornada con numerosas rosas rojas, marchando detrás el párroco Eduardo Guzmán y el trinitario Rafael Márquez, además del alcalde Luis Díaz-Cacho y concejales de los grupos socialista y popular.

Con el sonido de fondo de los cohetes y del Himno Nacional, que interpretó la banda, era introducida la imagen en su templo, tras el recorrido realizado en una noche auténticamente primaveral, ante el impresionante silencio de los presentes.