Voluntarias en la Casa de la Iglesia                                                                                                                               Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

Alrededor de dos mil bocatas se hacen y se venden en el denominado ‘Día del Bocadillo’. Una actividad enormemente popular en La Solana que reúne a decenas de voluntarias para hacer los emparedados y a cientos de ciudadanos para comprarlos.

         Manos Unidas organiza esta actividad, en colaboración con las parroquias solaneras. Este año se han hecho 1.300 bocadillos en la Casa de la Iglesia, donde una quincena de voluntarias se movilizaron y comenzaron su trabajo a las 8 de la mañana. Otras tantas voluntarias se citaron en varios centros educativos para armar otros 700 y 800 bocatas más. “Los profes de religión mueven cada colegio y las AMPAS también ayudan mucho”, decía Candi Serrano de la Cruz, unas de las voluntarias que más años lleva en este menester.

          Las carnicerías hacen un precio especial en la venta del fiambre y las panaderías también ayudan lo que pueden, algunas incluso donando los bollos de pan. La realidad es que niños, jóvenes y adultos se vuelcan en el Día del Bocadillo, sobre todo a la salida de los colegios e institutos. “Este día no se hacen comidas en las casas”, afirmaba María Vicenta García-Valenciano, otra de las veteranas.

        El destino del dinero recaudado este año será Tanzania, uno de los países más pobres de África. Se trata de ayudar a un centro sanitario dedicado a la obstetricia.