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La ciudad

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Manolo Sancho durante su último partido este sábado en La Moheda                Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

Aquellos días de vino y rosas de mayo se han tornado en las espinas de noviembre. Manolo Sancho (La Solana, 1980) ha decidido tirar la toalla. El último revés ante el Madridejos (0-1), unido a la reacción hostil de una pequeña parte de la afición, acabó por derribar al entrenador que devolvió al CF La Solana a Tercera División. Es el héroe caído, un hombre abatido por las circunstancias, que después de lo sucedido el sábado se sentía ya sin fuerzas para seguir, también consciente de que la confianza de la Junta Directiva, frágil desde que fue ‘ratificado’, se había agotado.

Habló con su hermano Santos y, en vista de la situación, decidieron tomar las de Villadiego. Eso sí, previa conversación con la directiva en una reunión de urgencia en la que ni siquiera estaba el presidente, Patricio Peinado, ausente por razones familiares.

Se va de mutuo acuerdo con sus jefes, que no han puesto ningún obstáculo (el técnico no tiene contrato), y con tiempo suficiente para revertir la situación. Una situación delicada en lo deportivo y con un equipo roto anímicamente. La Moheda espera al que venga, con todo el peso de su historia y una afición ansiosa de que su equipo le de argumentos para volcarse aún más. Y ya es decir.

Entre tanto, quien pilotó la nave del regreso a Tercera lame sus heridas junto a los suyos, consciente de que se ha dejado el alma hasta el último minuto por los colores que ama.

¿Cómo ha sido tu primer domingo después de la ‘tormenta’?

Intentando asimilarlo, porque el vínculo con mis jugadores es muy grande y se pasa muy mal. Me llevo un recuerdo inmenso de ellos.

¿Pesó más la derrota ante el Madridejos, lo ocurrido con un pequeño sector de la afición, ambas cosas…?

Es un cúmulo de cosas. Ves que pasan los partidos, juegas bien y creas ocasiones pero las victorias no llegan. Después del partido simplemente decido tomar la decisión junto con mi hermano. Venía meditando hace semanas porque, aunque la directiva me ratificó, tanto mi hermano como yo no sentíamos un respaldo total. Pero somos conscientes de que esto es fútbol y entiendo y asumo que la cadena siempre se rompe por el eslabón más débil, el del entrenador. Para nada quiero cargar contra nadie y sólo tengo palabras de agradecimiento hacia todo el mundo.

¿De buen rollo todo?

La decisión ha sido de mutuo acuerdo. Además, como no tengo contrato que romper, sólo mi palabra, no ha habido ningún tipo de problema. Casi todos los entrenadores en Tercera División van con contrato, pero mi contrato era verbal porque me fío de la directiva de mi pueblo. Cobro hasta que trabajo y a partir de ahí deseo toda la suerte del mundo a quien venga. Siendo sincero, aún espero una llamada del presidente y de algún que otro directivo, pero sí he sentido el apoyo de muchísima gente. Si algo te deja el fútbol son amigos.

Pediste a los jugadores que esperasen en el vestuario ¿Cómo reaccionaron ante tu decisión?

Cuando volví al vestuario explotaron las emociones. Primero yo, por esa acumulación de carga emocional que venía acumulando, y luego mis jugadores. Me quedo con esa imagen que viví el sábado, a pesar de lo dura que fue. Su reacción (y sus lágrimas) me llenó de orgullo. Han visto que me he entregado en cuerpo y alma por ellos y por el escudo que representan. Pero es fútbol, el club está por encima de todo y de todos.

¿En qué crees que te has equivocado?

Seguramente en muchas cosas. Por decirte algo, quizás en cargarme yo toda la responsabilidad de hacer una plantilla de 20 jugadores. Lo asumí porque creía que es un equipo competitivo para la categoría, aunque tal vez debí apoyarme en algún secretario técnico o director deportivo.

¿Sigues creyendo que hay equipo para salir de ahí abajo?

Por supuesto, no tengo ninguna duda.

     ¿Qué le quieres decir a tu afición?

Que siga apoyando al equipo como lo está haciendo, y que entiendan que el futbolista es el primero que quiere ganar, sobre todo en La Moheda. A partir de ahí, sólo puedo decirles que me he dejado el alma por inculcar a los jugadores que defender el escudo del CF La Solana es lo más.

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