Rafael Pérez en su consulta                                                       Foto: GACETA

                          Javier Ruíz

            Hasta el próximo 30 de octubre tiene lugar la campaña de vacunación antirrábica de caninos, felinos y hurones, recordando la obligación de implantar los microchips. Una campaña que consiste principalmente en mantener una toma de contacto con los dueños de animales, proceder a la vacuna antirrábica y desparasitar,  así como informar de otra serie de enfermedades en la tenencia responsable de animales de compañía, “en lo que se refiere prevenir riesgos a los propietarios, como al resto de ciudadanos”, explica el veterinario Rafael Pérez Corrales, que recuerda la importancia de realizar la revisión a los animales.

                        En declaraciones Radio Horizonte-La Solana, indicó que la ciudadanía está más concienciada en el cuidado de sus mascotas, aunque resalta que hay mucho desconocimiento en cuanto a legislación, pues cada especie tiene una normativa concreta, de ahí que en este tipo de campaña se informe sobre estas cuestiones. De igual manera, el veterinario recordó la obligatoriedad de implantar microchips como medio de identificación a perros, gatos, hurones y caballos, además de la desparasitación interna y vacunación antirrábica.

                        Los animales de compañía, al tener una vida estrecha con sus dueños, implica ciertas medidas sanitarias “pues hay enfermedades que se pueden transmitir de animales a personas”, por eso la importancia de la prevención y ser responsable en la tenencia de animales. En cuanto a Leishmaniosis, el veterinario informó que es una enfermedad que transmite la hembra de un mosquito, recomendando aprovechar la visita al veterinario para realizar un chequeo y analítica “y de este modo saber si se tiene esta enfermedad”, pues si esta aparece en una fase inicial la lucha contra ella es muy fácil.

                        Es de destacar que si dicha enfermedad en los animales no es bien tratada y se contagia a las personas puede tener consecuencias muy graves que puede afectar a órganos vitales como el hígado, riñones “incluso puede llegar a ser mortal si no se trata adecuadamente”, explica el veterinario.