Crístofer controla un balón durante el partido                                                                                                                               Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

La Solana: Manolo, Juli, David Sevilla, Juan, Mini, Crístofer, Javi Grillo, Sancho, Capelo, Naranjo y Almarcha. En la segunda parte salieron Jesús Bueno y José Mari.

Quintanar: David Moreno, Álex, Minos, Navalón, Sergio, Héctor, Picho, Rubio, Dani, Diego y Rubén. También jugaron Luis y Valentín.

Árbitro: García Rubio. Amonestó a los locales Juan, Crístofer, Javi Grillo, Sancho y Almarcha, y a los visitantes Rubio, Dani y Navalón en dos ocasiones, por lo que terminó expulsado.

Goles: 1-0 m.32 Sensacional cabezazo de Almarcha a saque de esquina de Crístofer.

Incidencias: Lleno histórico en La Moheda con más de 2.000 espectadores. Césped natural en excelentes condiciones. Precioso tifo a la salida de los jugadores y despliegue de dos pancartas con las leyendas ‘Volveremos a Tercera’ y ‘Creer hasta vencer’. Ambiente de gala.

Sancho despeja de cabeza en un ataque visitante                                                                                                                               Foto: GACETA

Comentario:

La Moheda es un teatro de los sueños y la afición sueña. Más que nunca. La ida de la promoción de ascenso a Tercera División terminó con victoria parcial (1-0) y dejó para la historia del legendario santuario amarillo una imagen única: dos mil aficionados jaleando, cada cual a los suyos, en mitad de un ambiente electrizante, colorista, maravilloso… Hay vida más allá de los grandes clubes de Primera. Vaya si la hay.

            La Solana y Quintanar saltaron a la (ahora sí) alfombra verde de La Moheda con un nudo en la garganta. Futbolistas de Preferente en un ambiente de… Nervios indisimulados, miedo escénico, y no sólo para los visitantes. La Solana entró fría, o quizás enfriada por un Quintanar valiente, que en seguida tiró la presión a tres cuartos. Los visitantes lograron frenar el ímpetu local de inicio y el partido entró rápidamente en un bucle donde nadie quería arriesgar más de la cuenta.

            Muchas faltas tácticas, muchos parones y poco juego combinativo. Ahí La Solana no se encontró en la primera media hora. Javi Grillo intentaba poner pausa en el toque, Almarcha tiraba de la rienda de vez en cuando y David Sevilla, escorado a banda, buscaba grietas en la madeja visitante. Pero faltaba precisión en las entregas y Naranjo se desesperaba arriba pidiendo balones para bajarla y sacar al equipo con su juego de espaldas. Se echó de menos a Manuel, el mejor cabalgador por el costado zurdo que, probablemente, hubiera sido un elemento extraño y muy incómodo en el organizado sistema táctico de Augusto Teruel.

La afición fue el jugador 'número12' durante todo el encuentro                                                                                                           Foto: GACETA 

           El partido era trabado, viril, a veces un poco duro y en todo caso extremadamente táctico, sin ocasiones de gol, acaso con leves acercamientos que las defensas desbarataban con solvencia. En esas llegó una salida a por uvas, muy arriesgada, de David Moreno que terminaría en córner. El córner del gol. Minuto 33, sirve Crístofer con su guante zurdo y de pronto aparece la cabeza de siempre, la de Jose Almarcha, para elevarse imponente y alzar el 1-0 al electrónico. Tu cara me suena. La Moheda se venía abajo y mientras un entrenador bendecía la pizarra el otro maldecía el agujero de su defensa. Tenía que ser a balón parado porque lo que es en juego dinámico…

           El gol noqueó a los visitantes y espoleó a la tropa de Sancho. Crístofer comenzó a percutir por la derecha, a pierna cambiada. El Quintanar sufría. Pero faltó instinto en ese momento de mareo franjirrojo y la primera parte languideció sin más noticias importantes.

            La tarde se tornó gris, barruntaba agua, y La Solana salió de vestuarios gélida. Hasta la afición calló, tal vez dándose un respiro, y el Quintanar se adueñó del balón. Sin claridad en la salida, tocaba proteger el nido. En eso, La Solana es capitán general y por eso ha sido el equipo menos goleado de ambos grupos. Los toledanos lo intentaban, pero carecían de último pase y evidenciaron una clara falta de aliento cuando se trataba de acabar las combinaciones. De hecho, no anotamos una sola ocasión de gol visitante, y eso que Sancho tuvo que retirarse lesionado. Juan se acopló a la perfección en el eje con esa bestia física llamada Juli.

Los jugadores celebran el gol de Almarcha                                                                                                                                  Foto: GACETA 

           Poco a poco, La Solana comenzó a encontrar la espalda. David Sevilla se metió al centro cuando Capelo abandonó el campo, por cierto muy aplaudido y mirando al cielo, tal vez consciente de que podían ser sus últimos instantes en partido oficial en La Moheda. José Mari cayó al costado zurdo. El equipo mejoró la salida de balón y Mini cabalgó por la derecha con peligro. En una de esas penetraciones estuvo muy cerca el segundo. Y en otra, David Sevilla fue derribado cuando encaraba a David Moreno. El árbitro no apreció penalti, que pudo serlo. El partido acabó con la ridícula expulsión de Navalón por segunda amarilla. El chico se dirigió a su grupo de aficionados pidiendo ánimo, y de paso soliviantando a la afición local. El colegiado pudo haberse hecho el sueco, la verdad.

La Solana viajará a Quintanar con un resultado muy valioso, aunque corto.                                                                                    Foto: GACETA

            El 1-0 final deja varias lecturas. Por ejemplo, que La Solana y Quintanar son dos muros casi inexpugnables. El guión del partido estaba escrito de antemano, salvo que se hubiera roto por alguna circunstancia. El Quintanar echó de menos a Juanbe, su referencia arriba. La Solana añoró la velocidad en ruptura de Manuel y la jerarquía de Diego Sevilla en el pivote defensivo. El resultado es bueno, muy bueno para La Solana. Ganó, no encajó y colocó la pelota en el tejado quintanareño. Pero la eliminatoria continúa abierta de par en par. El municipal Los Molinos dictará sentencia. Pasen y vean.