La farmacéutica Ana Fernández explicó los pros y los contras de la receta electrónica     Foto: GACETA

Gabriel Jaime

Una mayor comunicación entre médicos y farmacéuticos evitaría muchos problemas a los pacientes con las recetas electrónicas. La boticaria Ana Fernández abogó por un trabajo conjunto para desatascar algunas cuestiones que surgen diariamente en la dispensa de fármacos en el último café-coloquio organizado por la Asociación de Mujeres de La Solana.

Durante su intervención, Fernández explicó cómo funciona la receta electrónica y aclaró muchas dudas sobre lo que tiene que pagar cada paciente en función de su renta. Explicó los distintos grupos que existen y las cantidades que deben abonar los ciudadanos por sus medicamentos, con cifras que van desde cero euros hasta el 40%. También habló de los topes mensuales que existen para cada grupo y de los casos especiales que se salen de la norma.

La farmacéutica dejó claro que la receta electrónica no es la panacea, aunque ha agilizado mucho el trabajo. El problema es que los médicos van por un lado y los boticarios por otro, según indicó, abogando por una mayor comunicación entre ambos colectivos para favorecer una mejor atención a los pacientes. Fernández señaló que si el medicamento no sale en el ordenador, no puede ser dispensado porque tiene que autorizarlo el médico correspondiente, algo que no siempre entienden los usuarios, recalcó.

La charla se desarrolló en la sede de la Asociación de Mujeres con la presencia de un nutrido grupo de afiliadas que vieron resueltas sus principales dudas sobre la receta electrónica.

VIAJES CULTURALES

Por otro lado, el colectivo femenino continúa con su agenda de viajes culturales en esta nueva temporada. Hace unos días viajaron al yacimiento arqueológico de Oreto, pasando posteriormente por localidades cercanas como Granátula, Almagro y Bolaños, además de visitar el Castillo de Doña Berenguela, según indicó la presidenta, María Ángeles Torres.

El próximo desplazamiento será el día 14 de diciembre con Toledo como destino, pasando anteriormente por la fábrica de turrones Delaviuda y después por el centro comercial Luz del Tajo. Todavía quedan plazas, debiéndose inscribir al precio de 12 euros para las socias y de 15 para las no socias. Cualquier persona puede inscribirse, incluso familias completas, según recalcó la presidenta.