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David Sevilla y Almarcha dominaron el centro del campo

David Sevilla y Almarcha dominaron el centro del campo frente al Valdepeñas                     Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

La Solana: Manolo, Juli, Xavi, Crístofer, Diego Sevilla, Sancho, Mini, Raúl, David Sevilla, Almarcha y Manuel. En la segunda parte salieron Capelo, José Mari, Víctor Manuel y Ángel.

Valdepeñas: Iker, Mario, Juanma, Vicente, Aranda, Juanan, Campano, Paco, Andrés, Raúl Roldán y Sergio. En la reanudación salieron Lérida, Fran, Escudero, Hilario y Víctor.

Árbitro: Camargo Gracia. Buen arbitraje, cortando el juego lo justo.

Goles: 1-0 m.7 Crístofer remata un buen servicio de Manuel.

            2-0 m.25 Mini, desde fuera del área.

            3-0 m.88 Capelo, de falta directa.

Incidencias: Más de 500 espectadores en La Moheda en tarde agradable.

Comentario: Crístofer mostró el camino muy pronto. Ese tempranero gol era justo lo que quería su equipo, básicamente para evitar que un partido en teoría asequible pudiera enredarse. No había caso. El guión se escribió en seguida porque La Solana quería y el Valdepeñas no podía. Fue una fosa abisal lo que separó, y separa, a ambos hoy por hoy. Los amarillos, una tarde más acompañados por una nutrida afición, recetaron un monólogo, haciéndose dueños del balón desde el minuto uno.

            Tal era la confianza, que Manolo Sancho dejó a Naranjo en el banquillo. Pura precaución y declaración de intenciones. Y eso que La Solana salió al trantran, sin tirar la presión arriba. Era cuestión de esperar la ruptura por banda, con Manuel como estilete por el costado zurdo. Uno de sus centros lo siguió con intención Crístofer, que encontró premio en el minuto 7. Un gol que permitió a los locales jugar con más paz si cabe. David Sevilla comenzó su magisterio de ruletas, fintas y conducción, corriendo con y sin balón. Al mago de La Moheda se le unieron Almarcha, preciso en el reparto de juego, y Raúl, que probablemente cuajó sus mejores minutos en liga.

            A la fiesta se unió Mini. Era el minuto 25 cuando recogió un despeje junto al vértice del área visitante, bajó el balón, se dio la vuelta y se sacó un zapatazo que entró por la escuadra zurda de un impotente Iker. Una obra de arte que, visto lo visto, parecía liquidar el choque.

Mini -centro- marcó uno de los goles de la temporada

Mini -centro- marcó uno de los goles del año                                                                                                             Foto: GACETA

            El Valdepeñas no olía el balón y cuando le caía en los pies carecía de argumentos para presentarse con peligro delante de Manolo, que tan sólo tuvo que estirarse en el minuto 40 tras un error defensivo. En el último suspiro, Iker evitó el tercero de David Sevilla al quedarse solo tras un buen servicio de Crístofer.

            Coronado movió el banquillo con un doble cambio en la reanudación, buscando algún revulsivo. Sancho también metió a Capelo para dar descanso a Almarcha. El partido no cambió de inicio, con Manuel percutiendo por banda una y otra vez, bien ayudado por Raúl, aunque la zaga vinatera trabajó bien para tapar espacios y abortar las opciones de último pase. De hecho, la única ocasión realmente clara no llegaría hasta el minuto 26, con un buen centro de Mini que Crístofer, con todo a su favor, cabeceó fuera.

            En ese contexto, sólo La Solana podía atentar contra sí misma. Dicho y hecho. Primero Diego Sevilla y luego Juli concedieron sendos regalos en defensa, el último propiciando un mano a mano de Juanan con Manolo. El capitán valdepeñero no acertó. Dos minutos después, una falta lateral se paseó delante de Manolo, que abroncó de manera ostensible a José Mari por permitir, presuntamente, esa ocasión. Se pudo ahorrar tal regañina al chaval con quinientos ojos mirando. Por lo demás, los intentos visitantes se limitaban a balones colgados que Manolo atrapaba con seguridad ante la desesperación de su entrenador.

            Faltaba el minuto de gloria de Capelo, que violó el palo corto de Iker en una falta directa. Gol de tunante para cerrar una victoria sin historia, aunque igual de importante que cualquier otra. Mientras La Solana sonríe, el Valdepeñas se hunde un poco más. Pedro Coronado y su ayudante, José Luis Salcedo, tienen mucho trabajo por delante. Si les dejan, claro.

A la caza de refuerzos

            Al término del encuentro, Manolo Sancho admitió que su equipo se complicó la existencia sin necesidad en algún momento, pero no ocultaba su satisfacción por abrochar tres puntos más y, aún más importante, sin factura en forma de lesiones o expulsiones. La plantilla sigue siendo corta y el míster insiste en que se buscan refuerzos, pero sin hipotecas. “Estamos buscando pero no queremos equivocarnos”. Algunos anteponen su trabajo, otros se suben a la parra y los hay que quieren venir pero las reticencias las tiene el cuerpo técnico. “No tenemos prisa, las oportunidades de fichar bien llegarán pronto”. Entre tanto, el objetivo es aprovechar la fabulosa inercia de un equipo corto en efectivos, pero enorme en consistencia. La Solana suma 30 puntos de 36 posibles y sólo 5 goles en contra, una auténtica barbaridad. El líder no quiere bajarse de ahí.

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