Andrés Sevilla reapareció para volver a interpretar a 'Juan Pedro'        Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

            La rosa del azafrán es garantía de éxito en la Semana de la Zarzuela. Esta vez no cerró el ciclo de representaciones pero dio igual. El Tomás Barrera colgó el cartel de no hay billetes en la doble función del sábado.

            La compañía ‘Maestro Andrés Uriel’ se afanó en estar a la altura del desafío, porque desafío es enfrentarse a un teatro abarrotado que ha venido para verte en acción, con mucha gente llegada de otros puntos de la geografía provincial, regional e incluso nacional.

            Buena puesta en escena en términos generales, con algunas novedades escénicas que siempre se agradecen, aunque sin perder la esencia global que sólo la compañía solanera sabe dar a su ‘Rosa’.

            Por la tarde actuaron José Manuel León y Petri Casado en los papeles principales de Juan Pedro y Sagrario. El dúo de solistas solaneros mantuvo su nivel habitual, arrancando encendidos aplausos en momentos cumbre como ‘El sembrador’ y la ‘Romanza del Sagrario’. Por la noche fueron Andrés Sevilla y Hedila Cardeña quienes encarnaron al ayudaor y al ama. El barítono solanero volvía este año por petición expresa de su hija mayor, María, que debutó en las dos sesiones como tiple cómica haciendo de Catalina. Él mismo aclaró que sólo ha sido para esta vez.

María Sevilla, que debutó como 'Catalinilla,' entre Julián Gª-Cervigón y Luis R-Ávila        Foto: GACETA

            En el resto de personajes, destacan los veteranos Luis Romero de Ávila y Julián García-Cervigón como Moniquito y Carracuca, respectivamente, mientras que otro clásico, Gregorio Uriel, volvió a ser Don Generoso. El papel de la Hermana Custodia lo interpretó Petra Martín-Albo y Luis Miguel Serrano siguió encarnando al Hermano Micael.

            Gran trabajo también del coro, dirigido por Roberto de la Cruz, que en la primera función sufrió una inoportuna contractura. Como siempre, Marieli Blanco estuvo al frente de los coros, mientras que Luis Romero de Ávila y María Dolores Travesedo ocuparon la dirección artística.