Los jugadores celebran el empate a uno                                                                                                                                                         Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

            Triunfo balsámico en el ‘Antonio Serrano’. El FS La Solana despachó con solvencia al San Clemente (5-1) y respiró hondo. La derrota del sábado anterior contra el Alcázar FS (4-8) obligaba a ganar, y se ganó, aunque tras un partido poco brillante que exigió remangarse en la segunda parte.

            “Es una victoria muy importante tras la derrota de la semana pasada”, declaró Santi García-Cervigón al término del partido. El técnico solanero estaba contento por los tres puntos, aunque no tanto con el juego de su equipo, sobre todo en los primeros veinte. “A pesar de la horrorosa primera parte que hemos jugado, hoy sólo valía ganar y hemos ganado”.

            El FS La Solana no tuvo brújula en el arranque. El propio Santi reconocía que se jugó sin orden ni concierto y que se hacían cosas sin sentido sobre el taraflex del ‘Serrano’. El San Clemente es un equipo del montón, sin grandes argumentos colectivos, como reconocía el míster. “Son rivales débiles pero con buenas individualidades que te pueden sacar un partido”. Se vio en la primera parte, donde aprovecharon para ponerse 0-1 a los cuatro minutos y aguantar así hasta el descanso. Por fortuna, se mejoró tras el descanso y se vio la diferencia real entre ambos equipos.

            Pelu puso las tablas a los dos minutos de la reanudación y Vicente aprovechó un rechace para colocar el 2-1 poco después. A partir de ahí, todo hacía presagiar una victoria local viendo cómo se desarrollaba el partido. Moi puso el tercero en el minuto 32 y Ángel sentenció a cuatro del final, aprovechando un robo de balón cuando los visitantes jugaban de cinco a la desesperada. Pelu, siempre letal, cerró la ‘manita’ al filo de la conclusión.

            Santi cree que pudo pesar la presión por ganar tras el traspié del sábado anterior, haciendo que el equipo saliera agarrotado. Eso pudo explicar el desbarajuste táctico del principio. “En el descanso les he dicho que peor no lo podíamos hacer y que saliéramos en la segunda parte a hacerlo como sabemos. Lo hemos hecho y hemos remontado”.

            Aún así, el técnico solanero se molestó en algunas jugadas, sobre todo en pases arriesgados sin necesidad. “Tenemos que jugar tranquilos y crear con paciencia”. Eso sí, está convencido que los futbolistas se toman licencias con buena voluntad. “Quieren ayudar tanto al equipo que a veces consiguen lo contrario”. Ahora llega una jornada de descanso que, en su opinión, vendrá de perlas. “He cambiado la estrategia que había porque no me gustaba y nos vendrá bien para entrenar cosas”. En cuanto al futuro, lo tiene claro. “Sólo miro al partido de Olías, no más allá”.