El general L贸pez Perales exhibe orgulloso la placa de reconocimiento tras su preg贸n Foto: GACETA
Aurelio Maroto
鈥淗ay quien hace pregones muy graciosos, pero yo no soy gracioso; y hay quien cuenta chistes pero yo no s茅 contar chistes, de manera que no aqu铆 no hay frases hechas鈥. 鈥淪贸lo hay una manera de dirigirme a vosotros, y es hablando desde el coraz贸n鈥. As铆 es como Manuel Ces谩reo L贸pez Perales, general de brigada y director del hospital militar 鈥楪贸mez Ulla鈥, inici贸 el preg贸n de la Feria y Fiestas de Santiago y Santa Ana.
Solanero de coraz贸n, orgulloso del pueblo que le vio crecer, el pregonero de este a帽o abri贸 la ventana de su pasado para construir un relato pleno de recuerdos, de lugares, de ambientes, de nombres. Un preg贸n pre帽ado de datos que exhiben una memoria fotogr谩fica. No hab铆a mejor momento ni lugar para demostrar que Manuel Ces谩reo L贸pez lleva La Solana en su mente y, en efecto, en su coraz贸n鈥.
El acto del preg贸n se celebr贸 en el auditorio Tom谩s Barrera y fue presentado por el Cronista Oficial de la Villa, Paulino S谩nchez. Comenz贸 recordando que han sido 61 hombres y mujeres los que hasta la fecha han pregonado la feria de La Solana desde el a帽o 1966, entre ellos abogados, poetas, historiadores, periodistas, pol铆ticos o deportistas, pero nunca militares. Manuel Ces谩reo L贸pez era el primero en ocupar esa tribuna.
Resumi贸 su amplio y brillante curr铆culum, que se resume en su condici贸n de doctor en medicina, cirujano tor谩cico y militar de alta graduaci贸n que ascendi贸 al generalato hace apenas un a帽o.
El pregonero invirti贸 algo m谩s de un cuarto de hora en leer su preg贸n. El primer recuerdo de aquella feria a la que lleg贸 con 7 a帽os 鈥渇ue ir a comprar un botijo con su amigo Justo鈥. Recuerda la calle Francisco Javier Bustillo, donde viv铆a, y la primera escuela de don Agust铆n, junto al antiguo Centro de Salud. Tiempos donde se jugaba al 鈥榗abo guardia鈥, al pa帽uelo, a la p铆cula y al burro. Continu贸 sus estudios en la escuela de don Alfredo Casala y m谩s tarde a las 贸rdenes de don Francisco Ortega Puga 鈥渜ue nos obligaba a leer cada d铆a un cap铆tulo del Quijote. Bendita obligaci贸n鈥.
Entre estudios y juegos lleg贸 el instituto. 鈥淩ecuerdo a don Diego explicando geograf铆a, a don Severino ciencias naturales, a don Miguel Su谩rez desga帽it谩ndose con las matem谩ticas o al m谩s simp谩tico de todos, don Isa铆as el sacerdote dando religi贸n鈥.
Aquella plaza鈥
Habl贸 de varias 鈥楽olanas鈥 en su memoria. La de la plaza, 鈥渃on Celestino en la puerta de la posada, don 脕ngel Ar茅valo en el juzgado o el estanco de la Manuela con Andr茅s Campillo enredando por all铆鈥. Tambi茅n la taberna de Urigas, el bar de Pepe, el del Jaro, 鈥淏enadero y Jacinto por los bares y las mujeres de negro saliendo de misa鈥.
En El Santo conoci贸 a Carmelo Oca帽a, a Paco Salcedo, a su hermano Antonio y a Chuch煤, 鈥渦n aut茅ntico l铆der鈥. Jugaban al f煤tbol en la calle Carrera, o en el instituto, 鈥渃on el regate corto de Severino Manzano y Sevilla desde lejos. 隆Qu茅 buenos recuerdos de aquellos tiempos!鈥. Como los primeros cigarrillos y ca帽as en el bar de Bernardino 鈥測 aquellas cucharas llenas de ensaladilla rusa que pon铆a Matas de aperitivo y tanto gustaban a Juan Lara鈥. O las tardes de cine en el Cervantes y el Moderno. Tampoco olvid贸 las levas de piedras entre adolescentes, 鈥渉ab铆a aut茅nticos especialistas en el lanzamiento de guijarros鈥. El calero, el sifonero, los carrillos con los c谩ntaros de agua, los caramelos de malvavisco en la bizcocher铆a, las galeras cargadas de mies o Araque con las ovejas camino del matadero fueron otras vivencias que el pregonero evoc贸 y que mantiene frescas en su memoria.
Mantener el esfuerzo
En la parte final de su preg贸n, habl贸 de su pasi贸n por la cirug铆a desde su empleo militar. Ya como general, al mando de la brigada de sanidad del Ej茅rcito de Tierra, y ahora como director del hospital militar 鈥楪贸mez Ulla鈥, en Madrid. Y quiso enviar un mensaje a los j贸venes solaneros que son el presente. 鈥淪omos el resultado de muchos esfuerzos; de nuestros padres, de nuestros maestros y de nuestros compa帽eros, y por 煤ltimo del esfuerzo personal para no defraudar a quienes han confiado en nosotros鈥. 鈥淣o teng谩is miedo, que la vida te va llegando, poned pasi贸n en lo que hac茅is, vivid las emociones y apreciad lo que ten茅is, que es mucho鈥.
Acab贸 con dos cuestiones contra las que hay que posicionarse frontalmente: los accidentes evitables y la violencia de g茅nero. Gui帽o de compromiso social que constituyen una de sus luchas diarias. Aunque sus 煤ltimas palabras fueron toda una declaraci贸n de intenciones, y de emociones: 鈥溌iva la feria! 隆Viva La Solana!鈥.
Agua y futuro
El turno de intervenciones lo cerr贸 el alcalde. Luis D铆az-Cacho, que tuvo palabras 鈥渆s una persona humilde siendo excepcional, comprometido, solidario y que camina por la vida con sencillez sin darse la importancia que tiene su desvelo diario por cuidad de los dem谩s鈥. Y enfatiz贸 su condici贸n de solanero. 鈥淓s uno de los nuestros, me consta que se siente orgulloso de haber corrido por estas calles y vivido las ferias del antiguo pajero鈥.
Traslad贸 un mensaje de compromiso, hermandad y solidaridad tras una primavera marcada por la abundante lluvia. 鈥淓l agua condiciona nuestras posibilidades de futuro y con ella nos caben todos los sue帽os鈥. Eso s铆, advirti贸 que no podemos bajar la guardia y cuidar siempre 鈥渆l grifo que llena las tinajas鈥.
Se mostr贸 optimista con el futuro inmediato. 鈥淟o que vendr谩 en los pr贸ximos meses ser谩 bueno para La Solana鈥. 鈥淗emos sembrado proyectos que, espero, comiencen en breve a ver la luz鈥. Dicho esto, record贸 que una nueva legislatura municipal enfila su recta final y que podr铆a ser la 煤ltima para 茅l como alcalde, aunque a帽adi贸 que no pretend铆a que esa intervenci贸n sonara a despedida.
La 煤ltima parte del acto fue musical. El d煤o formado por Francisco Fern谩ndez y Montse Camacho interpret贸 un breve recital de canciones. Con m煤sica en off, cantaron temas tan conocidos como 鈥榊o soy aquel鈥, 鈥楬abaneras de C谩diz鈥, 鈥楾贸mame o d茅jame鈥, 鈥楨sos ojitos negros鈥 o 鈥楿n a帽o de amor鈥.
Paco Mart铆nez y Montse Camacho durante su actuaci贸n Foto: GACETA